¿POR QUÉ NO ME LLAMAN DESPUÉS DE LA ENTREVISTA DE TRABAJO? TE DAMOS LAS CLAVES

¿POR QUÉ NO ME LLAMAN DESPUÉS DE LA ENTREVISTA DE TRABAJO? TE DAMOS LAS CLAVES

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22 | 04 | 16

Después de realizar la entrevista de trabajo, toca esperar la llamada. Estás contento/a, porque has hecho los deberes, y has seguido al pie de la letra los 10 mandamientos de la entrevista de trabajo…

Sin embargo, el teléfono no suena. Lo miras y lo miras, y no te da respuesta… ¿Qué ha podido pasar si no te llaman después de una entrevista de trabajo? Aquí te dejamos las claves.

Es muy importante que revises los datos de contacto que incluyes en el currículum. No puedes permitir que, tras salir triunfante de un proceso de selección, el personal de recursos humanos no tenga manera de localizarte. Así que, actualiza tu dirección postal, tu teléfono, y tu correo electrónico. En cuanto a este último, trata de incluir un e-mail más profesional, en el que aparezca tu nombre y apellidos, por ejemplo, y no tu mote, o un nombre ingenioso, que años atrás parecía gracioso. Eso resta seriedad, y aumenta las ganas de no llamarte. 

Saliste de la entrevista con buen sabor de boca. Al responsable de recursos humanos le dejaste claro tu entusiasmo y tus ganas de aprender en ese puesto de trabajo…

Eso, desde luego, es muy importante, pero desgraciadamente no siempre es suficiente… Si hay otro candidato con el mismo entusiasmo que el tuyo, pero con más experiencia, se van a decantar por este último. 

Si realmente te interesa ese tipo de puesto, revisa con detenimiento cuál es el perfil que solicitaban. Y piensa en lo que tú no tienes. Es momento de hacer autocrítica, y de prepararse para posibles procesos de selección similares.

¿Que pedían más formación? Pues ¡no pierdas el tiempo! Ya no hay excusas. Ya no puedes decir que es que no tienes ni tiempo ni dinero. Hay cientos de cursos online gratuitos, sobre todos los temas que te puedas imaginar, y los cuales puedes hacer en tus ratos libres.

¿Que pedían más experiencia? Pues puedes solucionarlo a través de programas de formación y empleo del INEM, o a través de prácticas en empresas, que pueden darte la oportunidad de mostrar tus habilidades, y de conseguir tu objetivo. 

Cumples con el perfil. Crees que has respondido bien a todas las preguntas que te han formulado, que has respondido con honestidad, pero…  ¿Qué hay de tu actitud?

En ocasiones, cuando llevas tiempo buscando empleo, la negatividad acaba por apoderarse de ti. Pero eso no se puede transmitir en una oferta de trabajo.

Puede que sea tu enésima entrevista, o puede que tu experiencia laboral anterior haya sido un desastre, ya sea porque no te ofrecía lo que estabas buscando, o porque la relación que tenías con tu jefe no fuera la más cordial… Pero no tienes que mostrar ni derrotismo, ni odio por tu etapa anterior… Todas estas experiencias acaban fortaleciendo y, si ya se ha pasado, con mayor razón tienes que mostrarte entusiasmado, y luchar por lograr el puesto que te están ofreciendo.

Un candidato que muestre optimismo, que sea capaz de adaptarse, de darle una vuelta a las cosas, y de sacar lo positivo, incluso de los momentos más difíciles, da muchos puntos a la hora de realizar la selección.

Las empresas quieren aire fresco, gente con energía, con ganas, y que sepa afrontar con paso firme todos los retos. Sonríe. Y adelante. 

Cumplías perfectamente con el perfil. Estabas contento porque parecía que en la oferta de trabajo te estaban describiendo a ti. Tienes los estudios y los años de experiencia que solicitaban, y en los sectores demandados. Tienes los idiomas que pedían… Pero aun así, no te llaman. ¿Qué ocurre?

Que quizás no has sabido diferenciarte.

Quizás haya gente con la misma formación y experiencia que tú. Y tú, en la entrevista, no has sabido dar nada más. No has arriesgado. No has aportado el plus que están esperando de la persona a la que van a contratar. Y eso no puede ser. Las empresas no están buscando a candidatos con currículums demasiado lineales… Tiene que haber picos. Tienes que mostrar más inquietudes, relatar otras experiencias que hayas tenido, que te hayan abierto la mente… Otras aptitudes que, aplicadas al entorno empresarial, pueden ayudar a establecer un entorno mucho más creativo, que promueva la inclusión de nuevas ideas, para seguir creciendo.

Estúdiate a ti mismo, y piensa qué te puede diferenciar del resto. 

A una entrevista de trabajo tienes que ir seguro de ti mismo. Hay muchos más candidatos que se presentan a la entrevista, es verdad. Pero si te han llamado a ti, es porque algo les interesará tu perfil. Así que estúdiatelo bien, y saca el máximo partido.

No puedes ni dudar, ni reconocer demasiado tus debilidades. Confía en ti mismo, en tus conocimientos, en tus valores, y transmíteselos al entrevistador. Sé tú mismo.

Si lo haces, y no te llaman, tampoco te desesperes, ni pierdas la autoestima. En esta ocasión han seleccionado a otro candidato, pero la siguiente oportunidad puede ser la tuya. Sigue con confianza, sigue con la cabeza bien alta. Y muestra, con mayor vehemencia, lo que vales en la siguiente entrevista. ¡Suerte!